«El coro del Teatro Real fue imprescindible para el éxito del impresionante tercer acto. Las mujeres y hombres que conforman ese conjunto siempre transmiten una profesionalidad y una entrega que muchas veces damos por garantizada. Adriana Lecouvreur no es un título precisamente para lucimiento del coro, pero queda claro que, si no fueran ellos, a buen seguro los echaríamos de menos»