Aunque breve, la intervención del coro —dirigido por el maestro Santiago Otero— destacó por su contención y emisión compacta, contribuyendo decisivamente al primer acto del Tristán wagneriano.
Aunque breve, la intervención del coro —dirigido por el maestro Santiago Otero— destacó por su contención y emisión compacta, contribuyendo decisivamente al primer acto del Tristán wagneriano.
