«No hay palabras suficientes para explicar el asombro al que nos somete el Coro del Teatro Real, sobre todo en estos tiempos de emergencia sanitaria en los que el canto en grupo es directamente una práctica de riesgo. La entrega de estos hombres y mujeres y su responsabilidad tanto dentro como fuera de las tablas es digna de ser mencionada. Tanto en el primero como en el segundo acto estuvieron fantásticos. Fueron capaces de lograr una mágica mezcla de contundencia y emoción que remó muy a favor de la velada y la producción.»