«El Coro Intermezzo, que dirige Pablo Moras, mantuvo el excelente nivel al que nos tiene acostumbrados, tanto druidas como sacerdotisas separados, impresionando sus conjuntos en escena y fuera de ella, de amplios matices además de una escena muy bien trabajada pese a cierto estatismo, lo que en este caso les ayudó al separarse las cuerdas para conseguir la sensación de globalidad coral que siempre da mayor seguridad.»